A 400 km.
El deseo se apodera de mi mente.
De creciente bajando por la comisura de tu boca.
Las dudas estancadas todo recto a la derecha
Y el orgullo aparcado en una vieja esquina.
La lujuria recorre todo mi cuerpo, de cintura para abajo.
Y una vez mas decido que es mejor abandonarme.
La electricidad es mas que evidente cuando tu cuerpo y el mio se hacen solo uno.
Haces círculos y juegas con el pendiente de mi ombligo.
Solo hizo falta una noche para probarnos.
Y una eternidad para olvidarnos.
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